LA
LITERATURA DEL SIGLO XVIII. ENSAYO Y TEATRO
LA ILUSTRACIÓN
- La literatura del siglo XVIII (siglo de las Luces) en España se va a desarrollar teniendo en cuenta un movimiento cultural llamado la Ilustración.
- Fue un movimiento cultural e ideológico que se desarrolló en toda Europa a lo largo del siglo XVIII. Se centraba en la razón (racionalismo) y el utilitarismo (todo debe servir al progreso). Los ilustrados transformaron la sociedad de su tiempo.
- En el aspecto de las ideas estéticas, de la literatura, el movimiento recibió el nombre de Neoclasicismo.
- Los rasgos de su ideología más destacados son:
1)
Espíritu crítico y culto a la razón. Se
considera que cualquier verdad establecida puede ser sometida a crítica, con
ayuda de la inteligencia humana.
2)
Fe en el progreso. Se confía en el poder de la
ciencia y la técnica para mejorar la vida de las personas.
3)
Laicismo. Los ilustrados defienden la libertad
espiritual y la tolerancia religiosa, y son partidarios de la separación entre
Iglesia y Estado. Muchos de ellos fueron anticlericales y criticaban a la Iglesia.
4)
Reformismo. Estos nuevos humanistas ven la
necesidad de realizar profundos cambios sociales y políticos. Defienden como
forma de gobierno el despotismo ilustrado.
Modernizan la sociedad, imponiendo cambios desde arriba, según la fórmula de
“todo para el pueblo, pero sin el pueblo”.
5)
Afán didáctico. Los defensores de la
Ilustración están convencidos de que el saber hace libres, y apuestan por la
educación del pueblo. Para ellos, la literatura debe “enseñar deleitando”
(academias, museos).
·
En España el Neoclasicismo
(poesía, prosa y teatro) se manifestó en dos escuelas:
1)
La escuela salmantina: José Cadalso, Meléndez Valdés y Jovellanos.
2)
El grupo madrileño: Nicolás Fdez. de Moratín, Leandro Fdez. de
Moratín, Iriarte, Samaniego, García de la Huerta y Ramón de la Cruz.
PROSA DEL SIGLO XVIII
PROSA NARRATIVA
·
Noches lúgubres (1790) de José Cadalso.
- Se divide en tres partes o “noches”.
- Está inspirada en las Noches de Edward Young (había numerosas obras en Europa que tratan el tema de los sepulcros como base de una reflexión melancólica sobre la condición humana).
- Fue publicada tras su muerte.
- Obra en prosa dialogada y de tono prerromántico.
PROSA ENSAYÍSTICA
·
Teatro Crítico Universal (1727-1739) de Benito Jerónimo Feijoo.
·
Son “ensayos” en los que se
pretende sacar al lector de sus errores, supersticiones y falsas creencias.
·
Son 13 volúmenes.
·
Tratan temas como tradiciones
populares, características de las lenguas castellana y francesa, supuestos
milagros, etc.
·
Es una prosa clara, directa y
amena.
·
Es el precursor, en España, del
ensayo contemporáneo.
·
Cartas marruecas (1793) de José Cadalso
·
Son un análisis de la realidad
española en un estilo llano. Están inspiradas en las Cartas persas de
Montesquieu.
·
Fueron publicadas
tras su muerte.
·
La obra consta de una introducción
en la que el autor utiliza el recurso del manuscrito encontrado (como Cervantes
en El
Quijote). Cuenta que cayó en sus manos una serie de cartas
escritas por un moro llamado Gazel. De esta forma, pretende hacer más efectiva
su crítica.
·
Gazel ha llegado a España
acompañando al embajador de su país, que es de Marruecos, y se queda aquí con
la intención de conocer las costumbres de los españoles. Escribe sus cartas a
un viejo maestro, Ben –Beley. Entre tanto, conoce a Nuño, que será su compañero
en viajes y tertulias.
·
Gazel aporta una mirada ingenua,
mientras que Nuño (que podría identificarse con el propio Cadalso) aporta una
visión desengañada. Ben-Beley aporta la mirada sabia.
·
En el personaje de Nuño se encuentra el enfrentamiento entre
el amor a la patria y la necesidad de reformarla mediante las ideas ilustradas.
También el autor, a través de este personaje, intenta conciliar las nuevas
ideas con los valores y virtudes tradicionales del país.
·
El tema fundamental de la obra es
la España de su tiempo. La situación del país es comparada con la que tenía en
el pasado y con la situación de otros países europeos.
·
Los temas tratados en las cartas
se pueden clasificar en tres grupos:
1) Temas históricos.
Cadalso
muestra una visión pesimista de España. Se percibe una cierta añoranza de
ciertos momentos de esplendor del pasado.
El progreso y las nuevas ideas serán los elementos necesarios para que España
cambie y evolucione a mejor.
2) La sociedad de su tiempo.
Pasa
revista a los defectos de la sociedad: la nobleza no cumple su misión, hay rechazo al saber, la
ciencia está retrasada, hay muchas supersticiones, etc.
Considera que el sistema social no debe ser modificado.
Cada individuo tiene que recibir la educación que le corresponde según su clase social;
especialmente, la nobleza, a la que considera que no está bien educada ni
preparada.
3) Temas de carácter general.
Hay
una serie de cartas que hablan sobre el concepto ideal de hombre. Este hombre ideal, según Cadalso,
debe ser moderado y tolerante, que le debe llevar a un estado de armonía.
·
Poética (1737) de Ignacio de Luzán.
·
El autor recupera la Poética
de Aristóteles, y defiende las obras de Garcilaso y de Fray Luis de
León.
·
Propone las siguientes reglas que
debe cumplir una obra literaria:
1)
Debe ser reflejo de la realidad y
ajustada a los principios de verosimilitud y decoro. También tiene que tener un
alcance universal.
2)
No debe mezclar lo cómico con lo
trágico; ni el verso con la prosa; ni lo elevado con lo familiar, para que
exista una unidad de estilo y los géneros literarios estén separados y no
mezclados.
3)
La obra debe tener una intención
didáctica o moral, cumpliendo el lema de “enseñar deleitando” (por esto, hubo
un gran auge de las fábulas). Debe poner en evidencia, y someter a
análisis, los vicios y errores.
4) La obra literaria debe estar guiada por la razón.
5)
Respeto a las tres unidades de
lugar, tiempo y acción (que habían sido abolidas por Lope).
- La adopción de estas normas clásicas responde al deseo del autor de crear una obra bella, que no ofenda el gusto del público ilustrado, y que sea fiel a la utilidad, es decir, que el lector o espectador pueda aplicar a su propia existencia la enseñanza de la obra.
TEATRO DEL SIGLO XVIII
I)
TEATRO POPULAR
1) COMEDIAS SENTIMENTALES
- Son una mezcla de tragedia y comedia con final feliz. Es de origen francés.
- Los temas eran lacrimógenos y melodramáticos.
- La obra más destacada fue El delincuente honrado de Jovellanos.
2) SAINETES
- Estas obras recogen costumbres y tipos populares del Madrid castizo.
- Son herederos de los entremeses cervantinos, y se representaban entre los actos de las tragedias neoclásicas (entre el 2º y el 3º acto).
- Son un documento de la época, que presentan con un gran realismo: fiestas populares, tradiciones y todo lo necesario para conocer los usos sociales de la época.
- El autor más destacado es Ramón de la Cruz, que escribió más de 400 sainetes y fue el autor preferido del público de la época.
- Una de las obras más destacadas de estos sainetes de Ramón de la Cruz es el titulado La pradera de San Isidro.
II)
TEATRO NEOCLÁSICO
1)
TRAGEDIA NEOCLÁSICA
·
Respeta las unidades de lugar,
tiempo y acción.
- Los autores siguen fielmente los modelos clásicos y franceses del siglo XVII (especialmente de los autores franceses Corneille y Racine).
- No gozó de la aceptación ni del público ni de la crítica
- Es el germen de lo que será el drama romántico, en el s. XIX.
- El autor más destacado es Vicente García de la Huerta con Raquel (1778).
2)
COMEDIA NEOCLÁSICA
- Es un teatro didáctico con final feliz.
- Respeta las tres unidades (lugar, tiempo y acción).
- Se realizaba en verso, hasta que Moratín introduce la prosa.
- Moratín es el autor más destacado al
crear una “comedia” con auténticos valores dramáticos, por lo que se la
conoce también como comedia
moratiniana.
- Algunos rasgos de la comedia moratiniana son:
1) Lenguaje natural y sencillo, sin afectación teatral.
2) Estudio profundo del carácter de los personajes.
3) Escenografía sencilla.
- Las principales obras de Moratín son:
v La comedia nueva o El café (1792)
·
Moratín aprovecha la obra para criticar
las obras teatrales de influencia barroca que todavía aplaudía el público de la
época, y propone la reforma urgente del teatro español.
v El sí de las niñas (1806)
·
Comedia en la que se recrea el
tema de la imposición del matrimonio a los jóvenes en contra de su voluntad.
·
La obra, dividida en tres actos,
se ajusta a las normas neoclásicas y presenta unidad de acción, tiempo y
espacio.
·
Entre todos los personajes destaca
especialmente D. Diego. Este ha concertado el matrimonio como medio para
asegurarse una compañía en su vejez. D. Diego es inteligente y bondadoso;
manifiesta dudas sobre el amor de Paquita y acaba por darse cuenta del error
que supone casarse con alguien que no le ama. Así, en el último momento,
renuncia a ella en un acto de generosidad y de reflexión para proporcionarle a
la muchacha la felicidad que merece.
·
D. Diego representa las ideas
ilustradas y se muestra capaz de someter su voluntad al poder de la razón y la
justicia.
·
La defensa que se hace en la obra
a la libre elección a la hora de casarse no es una invitación a la rebeldía, ya
que en la obra la libertad se hace compatible con la obediencia gracias al uso
de la razón.
·
Además, en esta comedia, se
critica al engaño como conducta social, ya que el matrimonio no deseado obliga
a todos a mentir y a vivir en un ambiente de ocultación y maldad (las chicas
jóvenes se echaban amantes jóvenes a espaldas de sus ancianos maridos).
·
También la obra adquiere un valor
universal. A través de la historia de este matrimonio concertado, Moratín plantea
cuestiones que afectan a cualquier ser humano, como la necesidad de sentirse
dueño de sus propias decisiones, las
nefastas consecuencias de una
opresión injusta o el daño que ocasiona la hipocresía.
·
El final de la obra es ilustrado:
se derrota la falsedad y se instaura una situación social propicia para la
virtud y la felicidad de los personajes.
·
La luz que, poco a poco va
aumentando en escena (ya que va amaneciendo), adquiere un valor simbólico
relacionado con el triunfo de lo racional en la vida de los personajes: es la
actuación reflexiva y moderada, profundamente neoclásica, lo que proporciona un
desenlace feliz.
·
Un argumento y temática similar
presentan otras dos obras de Moratín: El viejo y la niña (1790) y El barón (1803),
que responden a una realidad social de la época: los enlaces matrimoniales
pactados entre nobles y burgueses acomodados.
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