martes, 10 de abril de 2012

ESQUEMA-RESUMEN DE LA NOVELA ESPAÑOLA DE 1939 A 1974. TENDENCIAS, AUTORES Y OBRAS PRINCIPALES

LA NOVELA ESPAÑOLA DE 1939 A 1974. TENDENCIAS, AUTORES Y OBRAS PRINCIPALES


La narrativa de posguerra abarca un período que se extiende desde 1939 (fin de la Guerra Civil) hasta1975, año en que termina el régimen franquista y se instaura la democracia.

Durante este período, apreciamos distintas tendencias en la narrativa española, tanto en la temática como en las técnicas; sin embargo, podemos enumerar algunos aspectos que en, mayor o menor grado, son comunes a los escritores de esta época:

  • El exilio de muchos escritores. Estos novelistas pertenecen a la generación de la preguerra, pues en ese momento ya había comenzado su obra literaria.
  • La censura, que actúa en un doble sentido: prohíbe la difusión de determinadas obras y provoca la autocensura del novelista. No obstante, favorece una producción literaria más creativa.
  • La presencia del tema de la Guerra Civil. Los novelista evocan este hecho, ya sea como experiencia directa, como recuerdo o como causa de la situación en la que vive el escritor.
  • La ruptura y la discontinuidad con la tradición narrativa anterior a la contienda. La novela de preguerra era intelectualista y deshumanizada, desarraigada del acontecer histórico.
  • La búsqueda de modelos anteriores en las literaturas americana, francesa o italiana; o bien en la tradición realista de la literatura española. En este caso los jóvenes escritores enlazan con la novela picaresca y la novela del siglo XIX.


En cuanto a la evolución de la novela en este período, podemos distinguir tres grandes etapas:


  1. Novela existencial (1940-1950)
    Son obras narrativas cuya temática expresa el desencanto del ser humano y su destino trágico.
    Los protagonistas suelen ser individuos que reflejan la trágica realidad española de posguerra, el ambiente opresivo y sin horizontes que vive la sociedad española durante los años que siguen a la contienda.
    Obras representativas son La familia de Pascual Duarte de Camilo José Cela; y Nada de Carmen Laforet.


  1. Novela social (1950-1960)
    Son obras de crítica social ante la injusticia y la desigualdad de clases. Los autores pretenden reflejar lo más fielmente posible la realidad española y despertar en el lector la solidaridad con las clases menos favorecidas.
    Los protagonistas representan una colectividad (obreros, campesinos, mineros, habitantes de los suburbios...)
    Obras representativas son La colmena de Camilo José Cela; El Jarama de Rafael Sánchez Ferlosio; y El camino de Miguel Delibes.

    1. Novela experimental (1960-1975)
    Continúan la crítica social y la preocupación por el ser humano; sin embargo, el novelista centrará su atención en el lenguaje y no en la realidad.
    Prevalece la experimentación de nuevas técnicas narrativas.
    Obras representativas de este periodo son Tiempo de silencio de Luis Martín-Santos;  y La saga / fuga de J.B. de Gonzalo Torrente Ballester.


    1. LA NOVELA DEL EXILIO

    Son obras en las que destaca la trágica memoria de la guerra o la amarga vivencia de la vida en el exilio. Hay una tendencia hacia el realismo y lo social.
    Entre los narradores en el exilio destacan:
  • Max Aub, con una narrativa testimonial, crítica y comprometida con el ser humano (El laberinto mágico).
  • Francisco Ayala, con una gran carga intelectual en sus obras (Muertes de perro y El jardín de las delicias).
  • Ramón J. Sender, de tendencia realista y gran fuerza creadora (Réquiem por un campesino español y Crónica del alba).
  • Rosa Chacel, que realiza un profundo estudio psicológico de los personajes (Memorias de Leticia Valle).


    2. LA NOVELA DE LOS AÑOS 40 (1940-51)

      Las principales tendencias de la novela de los años 40 (1940-1951) son las siguientes:

    1) La novela de los vencedores.

    Exalta las virtudes heroicas y militares desde una posición ideológica franquista.
    El representante más destacado es Rafael García Serrano con La fiel infantería.

    2) La novela neorrealista.

      Continúa con la estética realista y toma como modelos a Galdós y Baroja.
    El autor más destacado es Gonzalo Torrente Ballester con Los gozos y las sombras.

    3) La novela existencialista.

    Sus temas van referidos a la miseria y sordidez de la vida cotidiana, la frustración y la angustia personal, la inadaptación social, la soledad y la muerte.
    Sus personajes están desorientados, marginados o desarraigados. Describe la realidad destacando el malestar y la angustia vital de la sociedad y de los individuos, pero sin atribuirlo a la situación política debido a la férrea censura.
    Utiliza las técnicas narrativas de la novela realista tradicional, cercana a Baroja.
    Los autores y obras más destacadas son los siguientes:
  • Carmen Laforet. Su novela Nada ofrece un retrato de la vida sórdida y monótona de los años de posguerra en Barcelona.

  • Miguel Delibes. La obra de Delibes es propia de un hombre comprometido con los problemas de su tiempo. Los temas más frecuentes de sus obras son la vida rural de los pueblos de Castilla frente a la deshumanización de la ciudad, la mentalidad de las clases medias provincianas, el mundo de los niños y la vida de las gentes humildes y marginadas; sin olvidar su preocupación por la naturaleza.
    Otros rasgos característicos de Delibes son la sobriedad y sencillez de su estilo, así como la recuperación de un léxico genuinamente rural y castellano.
    Su obra más destacada es La sombra del ciprés es alargada.

    4) La novela tremendista.

    Presenta ambientes, situaciones y personajes de gran dureza y violencia. Lo que le interesa al autor es llegar al fondo de los personajes y conocer las causas que determinan su comportamiento.
    Los protagonistas son personajes bárbaros o marginados que muestran conductas asociales o agresivas.
    El lenguaje literario es desgarrado, fiel reflejo del mundo sórdido y opresivo en el que se desarrolla la acción.
    La obra más representativa es La familia de Pascual Duarte (1942) de Cela.

  • Camilo José Cela (premio Nobel de Literatura en 1989) realiza una obra caracterizada por la visión amarga y pesimista del mundo y de la vida, la deformación esperpéntica de la realidad, el humor desgarrado, la renovación constante de las técnicas narrativas y la maestría en el dominio de la lengua.
     Obras destacadas son Pabellón de reposo (1944), protagonizada por un grupo de enfermos de tuberculosis internados en un sanatorio, y Viaje a la Alcarria (1948), que es un libro de viajes.

    3. LA NOVELA DE LOS AÑOS 50 (1951-62)

    La corriente dominante es la del realismo social o neorrealismo (1951-1962). A los autores de esta década se les conoce como la “Generación del medio siglo” o “Los niños de la guerra”. Son novelas comprometidas que reflejan, con intención de denuncia, la realidad social y las difíciles condiciones de las clases sociales más desfavorecidas.

    Sus características principales son:
  •  La novela se concibe como testimonio directo del momento histórico y como instrumento de denuncia social y política.

  • Preferencia por la estructura sencilla y la narración lineal, siguiendo el orden cronológico de los hechos, sin saltos ni anticipaciones.

  •  La acción suele transcurrir en un corto espacio de tiempo (horas o días) y en lugares concretos.

  •  Importancia fundamental del diálogo, única forma de expresar el interior de los personajes y de caracterizarlos.

  •  El protagonista es representativo de una clase social, o bien, el grupo es el protagonista (personaje colectivo).

  •  Se presentan escenas de la vida cotidiana.

  •  El lenguaje es sencillo y accesible al gran público.

    Podemos distinguir las siguientes corriente novelísticas:

    a) Objetivismo o realismo objetivo o conductismo.

    La función del novelista consiste en registrar con total objetividad hechos y conductas externas de personas o grupos, sin comentarios ni valoraciones personales, como si se tratara de una cámara fotográfica o una grabadora.
    Los autores más representativos son:
  • Camilo José Cela. Publica en 1951 (en Buenos Aires, debido a la censura) su novela La colmena, precursora de la novela social. La novedad más llamativa es la estructura circular: la acción apenas progresa y se fragmenta en breves escenas o secuencias que, al juntarlas, cobran sentido.
  • Rafael Sánchez Ferlosio. Publicó en 1956 El Jarama, novela emblemática del realismo social y que tiene como tema central el aburrimiento, la rutina y el vacío de la vida de un grupo de jóvenes y, por extensión, de la juventud española de la época.

  • Miguel Delibes. Escribió en estos años algunas de sus novelas más conocidas: El camino (1950); Mi idolatrado hijo Sisí (1953), crítica de la burguesía provinciana; y Las ratas (1962), reflejo de la dura vida en un pueblo castellano.
b) Realismo crítico.

Intenta denunciar las injusticias sociales.
    Los temas giran sobre la sociedad española de la época, con la misión de denunciar las injusticias sociales, especialmente en los ámbitos siguientes:

      a) El mundo rural, con campesinos esclavizados (Los bravos de Jesús Fernández Santos).

           b) El mundo del trabajo y de las relaciones laborales, con obreros explotados (Central   eléctrica de López Pacheco o La mina de López Salinas).
      c) El mundo burgués (Juegos de manos de Juan Goytisolo).

    Los principales autores y obras son:
  • Juan Goytisolo. Siempre ha dado mucha importancia a la técnica narrativa. En Juegos de manos (1954) ofrece una visión muy crítica de la juventud universitaria burguesa. En su siguiente obra, Duelo en el paraíso (1955) hablará sobre las secuelas de la Guerra Civil en un grupo de niños.
  • Jesús Fernández Santos. Su novela Los bravos (1954) tiene como protagonista colectivo a los habitantes de un pueblo de la montaña leonesa, cuya dura vida es un fiel reflejo de la sociedad rural española.

  • Juan García Hortelano. En sus novelas critica a la burguesía, como en Tormenta de verano (1961).

  • Alfonso Grosso. Su novela La zanja (1961) es un perfecto testimonio de la vida cotidiana en un solo día en un pueblo andaluz.

  • José Manuel Caballero Bonald. En Dos días de septiembre (1962) relata la vida de los trabajadores de la vendimia en Jerez.

  • Carmen Martín Gaite. Su novela Entre visillos (1958) es un retrato crítico de la vida de la clase media en una ciudad de provincias española. Describe con maestría la psicología de los personajes femeninos y refleja ambientes intimistas.
    c) Realismo lírico.
Se distingue por realizar una prosa cercana a la poesía.

  • Ana María Matute. Se distingue en sus novelas por una tierna sensibilidad y por la mezcla de realidad y fantasía. Combina lo poético con la crítica social. Le interesa la descripción del mundo de la infancia y de la adolescencia. Su obra más destacada es Primera memoria (1960).


    4. LA NOVELA DE LOS AÑOS 60 Y 70 (1960-75)

Comienza a producirse un rechazo creciente de la novela social debido a su inutilidad como instrumento de cambio social y al empobrecimiento de la calidad artística de la novela.
Va a comenzar un proceso de renovación narrativa que llevará a una novela experimental (1960 – 1975), que va a estar más preocupada por los aspectos formales y lingüísticos del relato que por la reproducción objetiva de la realidad; es decir, el "cómo se cuenta" debe tener la misma importancia que "lo que se cuenta".

En este cambio de rumbo influyeron dos factores de forma determinante:

a) El descubrimiento de la nueva novela hispanoamericana, con dos obras claves: La ciudad y los perros (1962) de Mario Vargas Llosa, y Cien años de soledad (1967) de García Márquez.

b) La publicación, en 1962, de Tiempo de silencio, de Luis Martín Santos, obra que señala el comienzo de una nueva etapa de la novela española.
      Las principales técnicas narrativas empleadas en las novelas de este periodo son:

  •  Se recupera la temática individual. Se hace un análisis introspectivo de los personajes y la búsqueda de la identidad a través del recuerdo.
  •  El argumento pierde importancia. Más que los acontecimientos interesa el modo en que se cuentan al lector.
  •  Se recupera el personaje individual, un sujeto complejo, que vuelve a convertirse en el centro de la novela.
  •  Hay un punto de vista múltiple. Se mezclan narraciones en primera persona (el propio personaje presenta los acontecimientos), en segunda persona (desdoblamiento de un narrador-personaje, destinatario de su propio discurso) y en tercera persona.
  • Son frecuentes los saltos temporales al pasado y las anticipaciones de acontecimientos futuros; también son frecuentes las elipsis temporales (se omiten periodos de la historia) y las pausas digresivas que introducen reflexiones del narrador o de los personajes.
  •  El monólogo interior se emplea como procedimiento findamental para penetrar en el mundo interno de los personajes.
  •  En contraste con la sencillez expresiva de la novela social, los nuevos novelistas mezclan registros lingüísticos, suprimen signos de puntuación, incluyen textos no literarios, ...

      Podemos establecer dos periodos:

      I) Años 1962 – 1968

      Los principales autores y obras son:
  • Luis Martín Santos. Con su obra Tiempo de silencio (1962) incorpora las nuevas técnicas narrativas europeas a la novela española. Podemos destacar el enfoque irónico, el lenguaje barroco, el monólogo interior y las digresiones culturalistas del autor. Además, en la novela aparecen reflejadas las diferentes clases sociales de la España de los cincuenta (desde la alta burguesía al mundo de las chabolas de los suburbios madrileños).

  • Camilo José Cela. Su obra San Camilo 1936 (1969) consiste en un largo e ininterrumpido monólogo interior situado en el Madrid de comienzos de la Guerra Civil.
  • Miguel Delibes. Con su obra Cinco horas con Mario (1966) evoca, mediante la técnica del monólogo interior, el enfrentamiento entre las dos Españas: la tradicional y la progresista.

  • Juan Goytisolo. Este escritor utiliza los más variados recursos estilísticos (cambios de punto de vista narrativo, desorden temporal, páginas sin puntuación,...) junto con la visión crítica de España en obras como Señas de identidad (1966), sobre el regreso de un exiliado a España en busca de sus raíces y que revisa el pasado español desde la Segunda República.

  • Juan Marsé. Combina la denuncia y el realismo social con los procedimientos narrativos más originales en obras como Últimas tardes con Teresa (1966), ambientada en Barcelona y que trata de una relación sentimental entre una universitaria y un trabajador.

  • Juan Benet. Inventa un lugar mítico para sus novelas llamado “Región” (que puede identificarse con España), utiliza un lenguaje barroco y desarrolla una gran complejidad estructural en obras como Volverás a Región (1967).

      II) Años 1968-1975

      Está formada por los escritores de la llamada Generación del 68.
      En este periodo las novedades narrativas se llevan a sus últimas consecuencias. Se destruye el relato tradicional y los personajes se desdibujan.

      Los principales autores y obras son:
  • Gonzalo Torrente Ballester. En su obra La saga/fuga de J.B. (1972) se narran mil años de historia de una imaginaria ciudad gallega a través de un protagonista que va cambiando. Hay un tratamiento fantástico del tiempo y del espacio y una continua presencia de elementos mágicos y míticos.

  • Camilo José Cela. Con su obra Oficio de tinieblas 5 (1973), formada por 1194 fragmentos sin argumento ni protagonista propiamente dichos.

  • Eduardo Mendoza. Su obra La verdad sobre el caso Savolta (1975) está situada en la Barcelona de los años 20 y habla del pistolerismo sindical de la época.

  • Francisco Umbral. En su obra Mortal y rosa (1975) trata la muerte de su hijo.

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